
Debajo de un balcón,
en una ciudad infierno,
seis tipos
con los ojos en llamas observan
como cae la lluvia
sobre el asfalto que refleja
los rostros
distintos pero iguales
del miedo (o lo que algunos llaman terror).
Y el miedo es vivir como uno más
o no encontrar una mujer
capaz de soportarlos
o no tener
literalmente
no tener
ni un jodido lugar donde caerse muertos,
y ese miedo es real
y pesa
y se lleva en los bolsillos
incluso allí,
pongamos que hablo de la ciudad infierno por excelencia
y digamos entonces
incluso allí
en las calles mojadas de México,
debajo de un balcón
hay seis tipos
con una felicidad que no entienden
agarrada a las tripas
como un dolor fantasma
que no supieran reconocer
y del que acaso jamás
pudieran desprenderse.
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